viernes, 10 de marzo de 2017

Segundo viernes de Cuaresma- Santísima y Vera Cruz de Caravaca y su Indulgencia Jubilar

Mirando a la Cruz de Cristo comenzamos este segundo viernes de Cuaresma. La ciudad santa de Caravaca alberga en un "lignum crucis", una astilla del madero en el que Jesucristo murió crucificado, entregándose por nosotros y amando y perdonando hasta el extremo. En el Vía Crucis decimos "Te adoramos oh Cristo y te bendecimos que por tu Santa Cruz redimiste al mundo". Al mirar el madero santo debemos recordar el precio de nuestra Salvación y el camino que hemos de emprender para poder vislumbrar la Gloria que nos aguarda en la Jerusalén Celeste.

Precisamente, la ciudad de Caravaca de la Cruz nos ofrece la oportunidad de alcanzar la Indulgencia Plenaria, concedida por la Santa Sede a aquellos que, con fe y rechazando todo pecado, confiesen sacramentalmente y acudan en peregrinación hacia la Basílica de la Santísima y Vera Cruz, participen en la Santa Misa y reciban la Sagrada Comunión. La Indulgencia Plenaria supone la remisión absoluta de todas las penas causadas por nuestros pecados, cuando morimos, aún si lo hacemos en Gracia de Dios habremos de alcanzar una purificación, pero si hemos alcanzado la Indulgencia esta purificación no es ya necesaria, pues ya la hemos alcanzado en vida por pura gracia. En este tiempo de conversión cuaresmal conviene tener presente de una manera singular el valor de la Cruz de Cristo y de las Indulgencias como instrumento de santificación. 


No hay comentarios:

Publicar un comentario