Ofrecemos un poema que expresa con belleza el significado y el sentido cristiano de esta tradición. El gesto debe ir acompañado de un deseo de conversión y de la participación en los sacramentos, sin la cual todo carece de sentido, en estos momentos, es necesario recordar la importancia de los sacramentales, pero siempre ligada a los sacramentos que manan directamente de la Fuente que es Jesucristo.
En la imagen el Santísimo Cristo de Medinaceli que se venera en la Basílica del mismo nombre en Madrid.
No es devoción falsa y loca
traer besos en la boca
nacidos del corazón;
es como mejor se invoca
y, a la vez, se otorga un don.
Así dio la Magdalena
dolor y amor en su escena.
Así te damos, Señor,
plegaria, cariño y pena
en todo un beso de amor.
Autor: Fray Mauricio de Begoña.
No hay comentarios:
Publicar un comentario