martes, 16 de enero de 2018

Razón de nuestra fe (nueva sección)- Eclesiología- Ramiro Pellitero. EUNSA

Iniciamos una nueva sección cuyo título es "razón de nuestra fe", en la que se pretende reseñar libros de contenido religioso que, de una forma u otra, cumplan el cometido de dar "razón de nuestra fe". Como dijo san Pedro: "estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza".

Para inaugurar la sección presentamos el manual Eclesiología de Ramiro Pellitero, publicado por la prestigiosa editorial EUNSA, dentro de la Colección Manuales del Instituto Superior de Ciencias Religiosas de la Universidad de Navarra. Se trata de una propuesta pedagógica y didáctica que nos acerca al misterio de la Iglesia a través de la Revelación y de la tradición. Un libro que nos ayuda a entender mejor y desde una profundidad teológica la asamblea que constituye el "Cuerpo místico de Cristo" desde la Última Cena hasta nuestros días. 

A menudo se sobredimensionan los errores de los miembros de la Iglesia y los cristianos no somos capaces de explicar la grandeza de una institución fundada por Jesucristo y cuya fuerza no reside en los hombres, sino en Él mismo y los sacramentos que provienen de su Amor y son administrados por los sacerdotes que representan a los obispos, sucesores de los apóstoles, con el primado del Sumo Pontífice. Este manual ayuda a entender los detalles de esta asamblea santa. 

(Precio 15 €-  9788431331825 )

sábado, 6 de enero de 2018

Palabra del Señor- Especial Solemnidad de la Epifanía del Señor



Del Evangelio según san Mateo (2,1-12):

Habiendo nacido Jesús en Belén de Judea en tiempos del rey Herodes, unos magos de Oriente se presentaron en Jerusalén preguntando:
«¿Dónde está el Rey de los judíos que ha nacido? Porque hemos visto salir su estrella y venimos a adorarlo».
Al enterarse el rey Herodes, se sobresaltó y toda Jerusalén con él; convocó a los sumos sacerdotes y a los escribas del país, y les preguntó dónde tenia que nacer el Mesías.
Ellos le contestaron:
«En Belén de Judea, porque así lo ha escrito el profeta:
“Y tú, Belén, tierra de Judá,
no eres ni mucho menos la última
de las poblaciones de Judá,
pues de ti saldrá un jefe
que pastoreará a mi pueblo Israel”».
Entonces Herodes llamó en secreto a los magos para que le precisaran el tiempo en que había aparecido la estrella, y los mandó a Belén, diciéndoles:
«ld y averiguad cuidadosamente qué hay del niño y, cuando lo encontréis, avisadme, para ir yo también a adorarlo».
Ellos, después de oír al rey, se pusieron en camino y, de pronto, la estrella que habían visto salir comenzó a guiarlos hasta que vino a pararse encima de donde estaba el niño.
Al ver la estrella, se llenaron de inmensa alegría. Entraron en la casa, vieron al niño con Maria, su madre, y cayendo de rodillas lo adoraron; después, abriendo sus cofres, le ofrecieron regalos: oro, incienso y mirra.
Y habiendo recibido en sueños un oráculo, para que no volvieran a Herodes, se retiraron a su tierra por otro camino.